Por Ricardo Alfonsín
Hoy es un día para disfrutar con la familia y los afectos. También es una buena oportunidad para reflexionar sobre la grandeza de quienes dieron forma a nuestro país, enfrentando todos los riesgos, arriesgando sus vidas, desafiando la distancia entre los sueños y la realidad.
¿Qué forma tiene el patriotismo hoy? ¿Cuál es la gesta histórica que nos está desafiando en este momento? Estoy convencido de que hoy el patriotismo nos exige participar en la vida del país. Solo a través del compromiso ciudadano nuestras vidas serán parte de la historia grande de la Argentina, y seremos continuadores del relato histórico que comenzó el 25 de Mayo de 1810.
Es necesario reconciliar la vida privada con la pública, no verlas como ámbitos antagónicos. Seremos mejores trabajadores y mejores empresarios si nos comprometemos y defendemos nuestras convicciones sobre el país, sobre nuestra ciudad, sobre nuestro barrio. Seremos mejores padres y mejores hijos si reservamos algún tiempo para la vida ciudadana, en los partidos, en los sindicatos, en la escuela o en la Universidad.
Este es el nuevo patriotismo, no el de las grandes palabras y los hermosos símbolos, sino el del trabajo y el compromiso con lo público.
Tengo el enorme orgullo de haber recorrido el país. Esa experiencia de construir una propuesta pueblo por pueblo, conversando cara a cara con miles y miles de compatriotas de todas las edades y de todos los sectores sociales, es mi mayor capital político. Y me ha fortalecido inmensamente ver el compromiso de los jóvenes, los estudiantes y los militantes de los movimientos sociales.
Nuestros héroes de Mayo no tenían solamente certezas, no reclamaban la suma del saber. Tampoco lo hacemos nosotros, por eso el diálogo permanente nos resulta fundamental.
Pero sí tenemos convicciones arraigadas: nada se construye sobre la mentira, no se avanza con agravios, no existe desarrollo sin transparencia, y no hay justicia sin respeto a la dignidad humana.
Por eso en este 2011 en el que vamos a tomar decisiones que determinarán el futuro de la Argentina, convoco a todas y todos a hacer nuestra revolución de Mayo, a construir una democracia de calidad, instaurando el respeto a la ley y la credibilidad de la política, por medio del restablecimiento de los mecanismos de transparencia y control del poder. En ese marco convoco a conformar un acuerdo republicano y de lealtad democrática, que refuerce la gobernabilidad y de por tierra con el oportunismo y la demagogia.
Convoco a un pacto social entre el mundo del trabajo y el de la producción para sumarle al crecimiento económico el desarrollo del país, sobre la base de una sociedad más igualitaria.
Convoco a relanzar la idea original del Mercosur como un gran espacio de integración latinoamericana no solo en lo económico sino también en lo político, lo social y en lo cultural, para influir desde una relación de fuerzas diferente en un mundo en constante cambio.
Los convoco a hacer un mejor estado, a defender las autonomías provinciales, a integrar territorialmente el país.
Los convoco a la participación y al trabajo conjunto para terminar con la pobreza. Para garantizar el trabajo digno, asegurar una educación universal con excelencia, garantizar el derecho a la vivienda y hacer efectivo el acceso al derecho a la salud para todos. Los convoco para diseñar la seguridad con inteligencia y sin demagogia.
En definitiva convoco a todos y todas a construir una sociedad más justa, en la que cada uno de sus miembros pueda vivir con dignidad.
En este día histórico, los convoco a una revolución en paz. Que el amor a la patria se transforme en políticas de genuina igualdad de oportunidades para que la Patria sea de todos. Que el orgullo por las batallas que libraron los fundadores del país se vuelva compromiso por respetar la ley, las instituciones y los derechos fundamentales. Y nos disponga con espíritu fraterno a construir la justicia social. Que la emoción patriótica nos vuelque a tomarnos en serio la idea de ciudadanía, participando, comprometiéndonos, cambiando el mundo día tras día.
